Bienvenida adolescencia

Bienvenida adolescencia

¡Alerta! ¡Adolescencia!

Willem cumple 6 meses… ¡Bienvenida adolescencia!

¡Crecen tan rápido! A diferencia de los humanos, las etapas de “bebé” y “niño” en los perros duran apenas unos meses y de pronto, casi sin darnos cuenta, nuestro pequeño cachorrín ya es un rebelde con todas las letras y sus hormonas empiezan a activar reacciones nuevas.

Si las etapas del cachorro traen desafíos, la adolescencia trae aún más. Es fundamental estar preparados y saber cuáles son las posibles problemáticas y consecuencias.

Hoy les quiero hablar de una cuestión importantísima que justo Willem demostró por primerísima vez ayer: PROTECCIÓN DE RECURSOS.

Lo que pasó:

Ayer estábamos con un amigo en casa tomando unos mates, Willem estaba en su colchón con un huesito, nuestro amigo se acercó a hacerle un mimo y, por primera vez en su vida, Willem gruñó y luego le tiró un tarascón. ¡CHAN!

Como nuestro amigo también es adiestrador, estuvo piola porque ninguno de nosotros reaccionó mal. Entendimos lo que estaba pasando, lo respetamos e inmediatamente lo abordamos con tranquilidad. Mi amigo se alejó. Yo busqué premios y fui hacia Willem con voz amable a ofrecerle los premios. Él muy contento dejó su hueso, comió los premios que le ofrecí y yo agarré el huesito para volver a dárselo.

Lo que conviene tener en cuenta: 

Atención: no le di premios para engañarlo y sacarle el hueso, le dí premios para que asociara mi acercamiento con algo positivo. Los premios eran más importantes que el hueso y además agarré el hueso para dárselo nuevamente, no para quitárselo.

Repetí esto varias veces hasta que él ya casi ni estaba interesado en el hueso, sino en mis premios y en mis mimos, muy contento moviendo la cola y super relajado. Solamente después de mi trabajo y porque mi amigo también es adiestrador y tiene experiencia, le pedí que repitiera lo que yo había hecho y terminamos la sesión de manera muy positiva y relajada. El huesito siguió siendo de Willem hasta que nuestro amigo se fue.

Lo que no hay que hacer:

NUNCA SE DEBE RETAR A UN PERRO POR GRUÑIR, ya que se trata de un aviso para comunicarnos que no está cómodo con lo que estamos haciendo y es importante respetarlo y entenderlo. Si retamos al perro por gruñir, estaremos diciéndole que está mal avisar que algo le molesta, entonces cuando entienda que está mal gruñir, el siguiente paso será morder sin previo aviso.

Suele escucharse “yo le meto la mano en el plato cuando está comiendo para que se acostumbre”. Esto es un grave error, no solo porque estamos molestando al perro, sino porque le estamos enseñando que cuando nos acercamos es para molestarlo. En lugar de acercarnos a meterle la mano en el plato, cosa que a nadie le gusta que le hagan, deberíamos acercarnos a darle más comida o agregarle comida al plato. Pero lo más conveniente es simplemente dejarlo comer tranquilo.

Es un error muy recurrente retar al perro por proteger sus recursos (comida, juguetes, guarida, etc), la adolescencia es la etapa donde aparecen los primeros indicios de problemas que pueden empeorar mucho si no se trabajan de manera adecuada e inmediata. Lo que buscamos es que nuestro perro confíe en nosotros y en nuestro acercamiento, que no se sienta amenazado, que siempre seamos una fuente de confianza, guía y amabilidad.

Lo que hay que hacer: 

Si estás leyendo esto y tu perro tiene algún comportamiento similar asegúrate de consultar inmediatamente con un adiestrador profesional que aborde esta problemática de manera amable y positiva. No intentes solucionarlo sin ayuda ya que hay muchas variables a tener en cuenta para asegurarte que el problema no se agrave.

Seguir atentos: 

¿Cómo sigue esto? Bueno, ahora sabemos que Willem podría demostrar “protección de recursos” en otras circunstancias, así que estaremos atentos, seguiremos trabajando en positivizar los acercamientos tanto nuestros, como de otras personas y de otros perros.

Los desafíos de la adolescencia son grandes oportunidades para educar un perro equilibrado, feliz y colaborativo. Pero no nos podemos dormir 😉

Y esto recién empieza 😊

Mariela Ibarra – Crisol de Razas – Resort Canino

Adiestradora Profesional Cognitivo – EmocionalEspecialista en gestión emocional – EDUCAN Instructor

Cachorrito. Plan de vacunación completo. ¿Y ahora?

Cachorrito. Plan de vacunación completo. ¿Y ahora?

Nuestra experiencia con Willem está siendo un torbellino de energía, emociones, aprendizajes y diversión… exactamente igual a él.

Hace unas semanas el pequeño logró completar su plan sanitario y obtuvo su apto veterinario para poder empezar a salir. Nosotros ya veníamos enseñándole habilidades que ayudarían en sus primeros paseos, ya que, en general las primeras salidas a la calle de cualquier cachorro suele ser un hermoso despelote… Bah, puede no ser tan “hermoso” si el tutor no comprende lo que está pasando con el pequeño o no cuenta con las herramientas para ayudarlo y acompañarlo en esta etapa tan especial. Tengamos en cuenta que sus primeras experiencias realmente pueden marcar de manera muy profunda y es por eso que recomiendo que se le dedique entrenamiento de calidad, pensando en los futuros paseos que querríamos lograr con nuestro perro cuando sea adulto.

Prepararnos antes del primer paseo:
“Antes” me refiero a “desde el día que llega el cachorrín”. Sí! Porque son varias cositas que para nosotros pueden ser muy simples, pero que para el bebé que apenas está conociendo el mundo son muuuuuuuchas.

  • Collar y Correa: En el caso de Willem, cuando llegó a casa ya sus criadores le habían acostumbrado al collar y una correa, pero el día que le quisimos poner un pañuelo con identificación o cambiarle el collar, le molestaba, se rascaba, no caminaba. Imaginen con un perrito que nunca tuvo nada puesto en su cuello, así que manos a la obra desde el minuto cero, sin presionar, de manera muy amable y gradual, se puede ir habituando. Recomiendo que en las primeras veces, se le ponga el collar y se le ofrezca algo entretenido para hacer, como un juguete nuevo o su comida, de manera que la molestia del estímulo nuevo pase a un segundo plano. Una vez que está acostumbrado al collar y ya no le molesta, se puede incluir una correa liviana, y dejarla puesta arrastrando en el suelo, también ofreciéndole algo para quitar la atención de la correa, ya que muchos perritos les llama la atención y creen que es para jugar (no querríamos que nuestro cachorro se acostumbre a morder o jugar con la correa en momentos inoportunos).
  • Código de comunicación: Será muy importante ir enseñándole las palabritas básicas para comunicarnos y guiarlo de manera más eficaz en sus experiencias de aprendizaje. Recomiendo como mínimo que el cachorrito conozca y responda a su nombre, el “muy bien” y el “no”.
  • Salidas a UPA: Es muy recomendable que vaya teniendo algunas salidas en brazos mientras está en proceso su plan sanitario, que pueda ir conociendo el mundo desde pequeñito y de a poco colabora muchísimo a que sus primeros paseos sean mucho más exitosos.
  • Socialización con personas y perros: Es importante que el bebé vaya conociendo otras personas y perros desde pequeño y que tenga experiencias de calidad.
  • Premios: Personalmente creo que mantener el interés por la comida y los juguetes es una herramienta imprescindible para la educación de nuestros perros. Por eso es que recomiendo que se trabajen buenos protocolos de juego y que la comida la reciba siempre de manera interactiva y divertida. Willem no come del plato. ¡NUNCA! Todas sus comidas son un ejercicio o una aventura. Hay mil ideas y cositas muy fáciles que se pueden hacer (podés pedirnos Info adicional sobre esto si te interesa).
    (ver también nuestra nota “Willem – 3 meses de edad.”)

Listos para el primer paseo:
Estamos listos para enfrentar juntos ese primer paseo, te recomiendo no olvidar:
¡Tu rol! No olvides tu rol: acompañarlo, guiarlo, apoyarlo y ayudarlo.
Correa larga de 3 a 5 metros dependiendo del lugar donde vayas a pasear y las habilidades y necesidades de tu perro. Que el largo de la correa le permita investigar y gestionar su espacio mientras que a vos te quede cómodo para el manejo seguro.
Collar ancho y cómodo o arnés de espalda: lo que ya tu cachorrito esté acostumbrado a usar en sus sesiones en casa. Identificación con número de teléfono al collar o arnés.
Premios: Comida rica y fácil de trasportar. Premiá cada logro con comida y mucho cariño. Tal vez en algún paseo también te sea útil tener un juguete.
Bolsita para juntar la caca.
Algunas variables que podrían presentar desafíos y conviene prestarle atención:
Otros perros: Elegí perros amables y calmos para presentar a tu cachorrín.
Personas: asegúrate que las personas respeten amablemente los espacios y tiempos del bebé, dejándolo conocer a la gente desde su punto de vista: EL OLFATO.
Ruidos: es importante que vayas haciendo un trabajo de habituación a diferentes ruidos y que puedas evaluar cuáles son los que tu pequeño tolera bien y cuáles no, para poder ir trabajando en ello de a poco.
Objetos en movimiento: Puede que algunos objetos en movimiento le causen temor o, por el contrario, activen su instinto de presa. Estate atento.
La estimulación visual y auditiva es la más delicada, sobre todo para perros que viven en ciudades o barrios muy bulliciosos. La comida que lleves en tu paseo, te ayudará a redireccionar a tu cachorrito a usar más su olfato, positivizar y evaluar cada situación.
Tené en cuenta que sus primeros paseos tal vez no sean salir a caminar, es probable que no logren hacer más de una cuadra y eso está perfecto. Las salidas de los cachorritos son salidas de aprendizaje. Es recomendable comenzar con experiencias cortitas en tiempo y espacio, e ir sumando de a poco. Cuando llegues a la calle, verás cuáles son los desafíos que se presenten dependiendo de cómo resuelva y gestione cada situación el chiquitín.
Dejate sorprender por sus logros y ayudalo con empatía en sus dificultades. Disfrutalo. El paseo para nuestros perros es mucho más que salir a caminar, él está conociendo el mundo, necesita observarlo, olerlo, verlo, sentirlo, entenderlo y gestionarlo.
Si notas alguna actitud en tu cachorro que te llame la atención, como signos de miedo, agresión, o cualquier otra que te resulte complicado de manejar, te recomiendo no esperar ni un minuto más en contactar a un profesional adiestrador o etólogo que pueda guiarte y ayudarte a trabajar lo que necesites ni bien lo detectes. Cuanto antes se comience, mejor!
¿Y cómo nos está yendo con Willem?
La verdad que muy bien. Ya tuvimos algunas salidas entretenidas, en la primera fuimos a la terminal de ómnibus, habremos hecho apenas 400 metros, Willem nos saltaba y ladraba, así que tuvimos varios momentos en los que tuvimos que ayudarlo a calmarse, conoció un par de perritos y saludó a algunas personas, aprendió lo que son las valijas y los colectivos grandotes. La segunda salida fue a la Rambla, caminamos poco, pero estuvimos un buen rato en el mismo lugar, nosotros nos sentamos a almorzar y él andaba investigando y saludando a la gente o perros que se acercaban amablemente, siempre con su correa larga puesta, supervisado y recibiendo muchos premios. La tercera salida fue a una avenida ancha, donde hay bastante tránsito, pero la vereda es lo suficientemente ancha como para que él pudiera manejar sus espacios, investigar y observar el movimiento. Al principio tuvo la misma actitud de las dos experiencias anteriores, saltar y ladrar, pero en seguida puso la nariz en el suelo y se fue relajando, con nuestra ayuda y apoyo. La salida de ayer fue con su amiga Sienna, una mestiza de 10 años que vive con nosotros, ya bien experimentada que lo supo acompañar dándole el buen ejemplo de un paseo tranquilo. Fue muy lindo verlos caminar juntos. Casi no saltó ni ladró, hasta que pasamos por una plaza donde había unos perritos jugando muy energéticamente, así que redireccionamos su atención, caminando hacia otro lado y premiando. A pesar que en casa tiene la posibilidad de estar y compartir muchos perros corriendo y jugando sin problemas, aparentemente habrá que ir de a poquito con las visitas a la plaza.
Video de algunos paseos: https://youtu.be/UYR7JQtUav8
Contanos sobre tus primeras salidas con tu cachorro. ¿Qué desafíos se te presentaron?
Agradecimientos: Lali por el acompañamiento y los videos del día de la rambla y Pau por tu empuje y ayuda a ordenar mis ideas.
Gracias por leernos y acompañarnos.

Listos para el primer paseo:

Estamos listos para enfrentar juntos ese primer paseo, te recomiendo no olvidar:

  • ¡Tu rol! No olvides tu rol: acompañarlo, guiarlo, apoyarlo y ayudarlo.
  • Correa larga de 3 a 5 metros dependiendo del lugar donde vayas a pasear y las habilidades y necesidades de tu perro. Que el largo de la correa le permita investigar y gestionar su espacio mientras que a vos te quede cómodo para el manejo seguro.
  • Collar ancho y cómodo o arnés de espalda: lo que ya tu cachorrito esté acostumbrado a usar en sus sesiones en casa. Identificación con número de teléfono al collar o arnés.
  • Premios: Comida rica y fácil de trasportar. Premiá cada logro con comida y mucho cariño. Tal vez en algún paseo también te sea útil tener un juguete.
  • Bolsita para juntar la caca.
    Algunas variables que podrían presentar desafíos y conviene prestarle atención:
  • Otros perros: Elegí perros amables y calmos para presentar a tu cachorrín.
  • Personas: asegúrate que las personas respeten amablemente los espacios y tiempos del bebé, dejándolo conocer a la gente desde su punto de vista: EL OLFATO.
  • Ruidos: es importante que vayas haciendo un trabajo de habituación a diferentes ruidos y que puedas evaluar cuáles son los que tu pequeño tolera bien y cuáles no, para poder ir trabajando en ello de a poco.
  • Objetos en movimiento: Puede que algunos objetos en movimiento le causen temor o, por el contrario, activen su instinto de presa. Estate atento.

La estimulación visual y auditiva es la más delicada, sobre todo para perros que viven en ciudades o barrios muy bulliciosos. La comida que lleves en tu paseo, te ayudará a redireccionar a tu cachorrito a usar más su olfato, positivizar y evaluar cada situación.

Tené en cuenta que sus primeros paseos tal vez no sean salir a caminar, es probable que no logren hacer más de una cuadra y eso está perfecto. Las salidas de los cachorritos son salidas de aprendizaje. Es recomendable comenzar con experiencias cortitas en tiempo y espacio, e ir sumando de a poco. Cuando llegues a la calle, verás cuáles son los desafíos que se presenten dependiendo de cómo resuelva y gestione cada situación el chiquitín.

Dejate sorprender por sus logros y ayudalo con empatía en sus dificultades. Disfrutalo. El paseo para nuestros perros es mucho más que salir a caminar, él está conociendo el mundo, necesita observarlo, olerlo, verlo, sentirlo, entenderlo y gestionarlo.

Si notas alguna actitud en tu cachorro que te llame la atención, como signos de miedo, agresión, o cualquier otra que te resulte complicado de manejar, te recomiendo no esperar ni un minuto más en contactar a un profesional adiestrador o etólogo que pueda guiarte y ayudarte a trabajar lo que necesites ni bien lo detectes. Cuanto antes se comience, mejor!

¿Y cómo nos está yendo con Willem?

La verdad que muy bien. Ya tuvimos algunas salidas entretenidas, en la primera fuimos a la terminal de ómnibus, habremos hecho apenas 400 metros, Willem nos saltaba y ladraba, así que tuvimos varios momentos en los que tuvimos que ayudarlo a calmarse, conoció un par de perritos y saludó a algunas personas, aprendió lo que son las valijas y los colectivos grandotes. La segunda salida fue a la Rambla, caminamos poco, pero estuvimos un buen rato en el mismo lugar, nosotros nos sentamos a almorzar y él andaba investigando y saludando a la gente o perros que se acercaban amablemente, siempre con su correa larga puesta, supervisado y recibiendo muchos premios. La tercera salida fue a una avenida ancha, donde hay bastante tránsito, pero la vereda es lo suficientemente ancha como para que él pudiera manejar sus espacios, investigar y observar el movimiento. Al principio tuvo la misma actitud de las dos experiencias anteriores, saltar y ladrar, pero en seguida puso la nariz en el suelo y se fue relajando, con nuestra ayuda y apoyo. La salida de ayer fue con su amiga Sienna, una mestiza de 10 años que vive con nosotros, ya bien experimentada que lo supo acompañar dándole el buen ejemplo de un paseo tranquilo. Fue muy lindo verlos caminar juntos. Casi no saltó ni ladró, hasta que pasamos por una plaza donde había unos perritos jugando muy energéticamente, así que redireccionamos su atención, caminando hacia otro lado y premiando. A pesar que en casa tiene la posibilidad de estar y compartir muchos perros corriendo y jugando sin problemas, aparentemente habrá que ir de a poquito con las visitas a la plaza.

Video de algunos paseos: https://youtu.be/UYR7JQtUav8

Contanos sobre tus primeras salidas con tu cachorro. ¿Qué desafíos se te presentaron?

Agradecimientos: Lali por el acompañamiento y los videos del día de la rambla y Pau por tu empuje y ayuda a ordenar mis ideas.

Gracias por leernos y acompañarnos.

Mariela IbarraCrisol de Razas – Resort Canino

Adiestradora Profesional Cognitivo – Emocional – Especialista en gestión emocional – EDUCAN Instructor

Cachorrito – 3 meses de edad

Cachorrito – 3 meses de edad

Willem cumplió ayer 12 semanas de vida (4 semanas en casa) y, por supuesto, estamos frente a las típicas cuestiones de un cachorro: hace pis adentro, roba zapatos, se come todo lo que encuentra, muerde para jugar con esos dientitos aguja, quiere jugar en momentos inoportunos y con objetos incorrectos, entre otras “cachorridades”.

Willem es un perrito con mucha energía y un temperamento interesantemente fuerte, así que es un verdadero desafío educarlo y acompañarlo en esta etapa para todos los integrantes de la familia (bípedos y cuadrúpedos).

El comentario trillado: “es cachorro, ya se le va a pasar” y quiero decirles algo: No, no se le va a pasar solo. De hecho, es probable que algunas cosas empeoren si no se trabajan a tiempo. Y de eso quiero hablarles en esta nota.

A mí me gusta decir que un perro educado no es un perro que sabe sentarse y dar la patita, sino que se trata de un perro estable, que sabe autorregularse, que tiene la capacidad de gestionar situaciones y entornos, que es colaborativo con su tutor, que es amable con otras personas y perros. Es por eso que lo que estamos trabajando con nuestro bebé principalmente es la base de todo lo dicho y podríamos dividirlo en los siguientes temas (for starters):

– BUENAS COSTUMBRES HIGIÉNICAS.

Es impresionante la cantidad de perros que conozco que, después de los seis meses de edad aún no saben que el pis y la caca no se hacen adentro de casa.

Cuando un perrito llega a su nueva casa, no entiende de ambientes, ni de tiempos familiares, entonces hay que acompañarlo y enseñarle desde el momento que llega, sacándolo seguido afuera, premiando por hacer en el lugar correcto y estando atento si da cualquier indicio de que necesita “hacer”.

No “se le va a pasar” cuando sea grande, al contrario, podría empeorar con el tiempo. Debemos enseñarle buenas costumbres higiénicas desde el día que llega.

Yo recomiendo básicamente sacarlo seguido (ni bien se despierta, después de jugar, después de comer), siempre salir con él para asegurarnos de que hace y felicitarlo, e ir aprendiendo con la observación. Willem por ejemplo después de las 18.30 hs, que es cuando nosotros ya estamos en casa después del trabajo, suele hacer más seguido porque está más activo, así que lo sacamos cada vez que creemos que podría estar buscando un lugar donde hacer. Recomiendo que el cachorrito vaya hasta la puerta caminando (no a upa), para que vaya aprendiendo cuál es el camino que lo lleva al “baño”. También ayuda sacarlo con correa (de al menos dos metros de largo) hasta que haga, para que podamos verlo, premiarlo y asegurarnos de que no se entretiene con otras cositas del entorno.

– AUTOCONTROL.

La mayoría de los perros que conozco tienen problemas a la hora de autocontrolarse y pienso que gran parte de esto se debe a que sus tutores caen, sin darse cuenta, en dos situaciones:

– O le dicen al perro lo que tiene que hacer todo el tiempo (“sit”, “quieto”, “no”).

– O refuerzan la brutalidad (cuando el perro golpea la puerta con todas sus fuerzas y le abren, enseñándole al perro a pedir las cosas “a los golpes”).

Las señales más frecuentes de un perro que no sabe autocontrolarse son la brutalidad y la reactividad (tirar de la correa, saltar o golpear a otras personas o perros, ladrar o golpear para pedir algo que quiere, abalanzarse sobre el plato de comida y sobre las puertas en proceso de apertura, no controlar su mordida en juegos, entre otros).

Para evitar que eso suceda, conviene asegurarnos de educar a nuestro perro con vistas a evitar todos esos problemas. Hay muchos juegos entretenidos de autocontrol para hacer, pero también se trata de la vida cotidiana: reforzar la espera calmada ante una puerta que se abre, pedir las cosas amablemente, no reforzar la locura, fomentar la calma. Es mucho más fácil enseñarle a hacer las cosas bien desde el principio que corregir luego, así que lo más importante de todo es: ACORDATE QUE ESE CHIQUITÌN QUE HOY PESA CINCO KILOS, EN SEIS MESES VA A PESAR VEINTE (dependiendo de la raza). Lo que hoy no te molesta que haga con el tamaño que tiene, ¿tampoco te va a molestar cuando sea grande? Porque tené en cuenta que “no se le va a pasar” cuando crezca, sino que será la misma brutalidad con varios kilos más.

SOCIALIZACIÓN.

Este tema es super conocido y hay muchísima información en internet sobre etapas del cachorro, cómo y con qué socializarlos. Lo único que quiero reforzar aquí es la importancia de no dejar pasar el momento. Nosotros tenemos suerte que en nuestra casa hay otros cinco perros para comenzar con la socialización de Willem, pero no termina con estos cinco. Después de un mes de estar en casa, él ya sabe a quién le gusta jugar y cómo, a quién no le gusta que lo molesten, a quién convence por medio de un palito y a quien con una reverencia de invitación al juego. Entonces es importante que empiece a conocer otros perritos, de diferentes tamaños, edades, colores, pelajes, hocicos, temperamentos, etc. Que siga mejorando sus habilidades sociales.

Cuando no se tiene otros perros en casa, se puede invitar de visita a amigos con perros amables, sanos y con su plan sanitario al día o a un profesional que pueda acompañar con sus perros. Es importante que elijamos esos perros socializadores con mucho cuidado para asegurarnos de que sea una buena experiencia para nuestro cachorrito. También cabe aclarar que el lugar de encuentro siempre debe ser un lugar seguro, donde no haya acceso de perros desconocidos que puedan haber dejado enfermedades en el terreno (recomiendo la casa del cachorro, para que sea un lugar conocido, seguro y tranquilo para él).

Una vez que el cachorro tiene su plan sanitario completo y sale por primera vez a una plaza, cuando se encuentre con un perro, no será su primera vez. Dejar al cachorrito durante tres meses (desde que sale de su camada hasta que completa el plan sanitario) sin contacto con otros perros es un error grave.

– HABITUACIÓN A SITUACIONES Y ENTORNOS.

Habituar al perro a todo lo que creamos que necesitará vivir en su vida es parte fundamental de su educación: Veterinario, auto, collar, arnés, correa, paraguas, escaleras, ruidos, texturas, visitas en casa, cepillado, corte de uñas, baño, curaciones en casa, quedarse solo, el tránsito, etc, etc, etc.

A mí me gusta hacer listados. O sea, te recomiendo que te hagas un listado de lo que vayas a necesitar habituar a tu perrito, con edad aproximada en la que podrías hacerlo y puedas ir haciendo anotaciones de los avances o simplemente marcando lo que ya hayas podido trabajar. Por ejemplo, no podes bañar al cachorro hasta que no esté completo su plan sanitario, pero lo podés ir acostumbrando a secarlo con la toalla, tocarlo y acomodarlo.

Cabe aclarar que tampoco está bien sobre estimular al cachorro. Ir paso a paso, darle tiempo para que se recupere de una experiencia nueva con algunos días de descanso y solo cositas conocidas.

La confusión es pensar que el perro no puede salir de su casa hasta que termine con su plan sanitario y en realidad lo que no puede es pisar el suelo donde puede haber enfermedades para las que su cuerpito aún no está preparado. Pero puede y debe ir conociendo el mundo.

Hasta el momento, Willem salió cuatro veces a la calle, a diferentes entornos que podía gestionar bien (una vez por semana y siempre en brazos ya que aún no terminó con su plan sanitario), pasea en auto casi todos los días porque suele marearse, así que conviene que salga con frecuencia para ir acostumbrándose de a poco.

En reglas generales recomiendo llevar al cachorro con collar y correa puestos por seguridad, aunque vaya a upa. Llevar siempre comida y premiar seguido al cachorrito durante el paseo. Buscar experiencias positivas y al nivel que creamos que el cachorrito pueda gestionar con éxito, siempre hay tiempo para subir el nivel. Ir paso a paso es el secreto de una gestión armoniosa de cada experiencia.

– CONFIANZA.

Confianza en sí mismo y en nosotros como tutores.

La confianza en sí mismo viene, en parte, de la mano de todo lo que plantee en los puntos anteriores, pero depende inmensamente de nuestro acompañamiento como tutores.

Habrán notado que no hablo de “dueño” del perro y no es casualidad. Es porque así lo veo, nosotros somos la guía del cachorrito, quien lo ayuda, lo acompaña, lo protege. En la era de los tutoriales, aprendamos a guiar paso a paso a nuestros perros, dándoles confianza en que pueden hacerlo con autonomía.

Con más frecuencia de lo que me gustaría, veo personas engañando a su perro en muchas situaciones cotidianas, casi sin darse cuenta. Por ejemplo: decirle “tomá” para que venga sin tener nada para darle. Tal vez podamos engañarlo en alguna ocasión, pero rápidamente aprenderá no solo que ese “tomá” no vale nada, sino que su tutor no es de fiar. Qué triste, ¿no?

Acompañemos a nuestro cachorro en la construcción de la confianza en sí mismo, dándole confianza en nosotros. Generemos comunicación honesta con nuestros perros, si le vamos a cortar las uñas, le decimos “en su idioma” que le vamos a cortar las uñas, nada de engaños.

Les dejo un videíto de hoy mostrando la primera vez que le cortamos las uñas a Willem: https://youtu.be/OFkCQ9JcctA

Gracias por leernos y acompañarnos.

Mariela Ibarra

Adiestradora Profesional Cognitivo – Emocional

Especialista en gestión emocional – EDUCAN Instructor

Cachorrito en casa. Dos semanas

Cachorrito en casa. Dos semanas

Willem cumplió dos semanas en casa.

Quince días de adorable imperfección.Es impresionante lo que crece y todo lo que puede aprender un cachorrito en quince días y la cantidad de cosas que hay para trabajar desde el día que llega a casa. Sí, la educación empieza desde que llega a casa, ni un minuto más tarde. Cada experiencia cuenta, cada momento se graba en su pequeña cabecita y “en su corazón”. Y todo eso será parte de él y su futuro.

¿Por dónde empezar? Esta es la gran duda generalizada y creo que viene de la mano de que en realidad se cree que un perro educado es uno que sabe sentarse y dar la patita.

Desde mi punto de vista, un cachorrito necesita TENER EXPERIENCIAS DE CALIDAD, con sus nuevos tutores, su nueva casa, “hermanos perrunos”, sus momentos solo, el veterinario, el auto, otras personas, perros y su nuevo mundo.

Cuando hablo de “experiencias de calidad” no me refiero solo a que sean positivas, sino más bien a que sean posibles de gestionar con éxito. Por ejemplo, sería normal que, al entrar al veterinario, el cachorrito tuviera un poco de miedo o se asuste cuando lo pinchen, por eso es importante ir preparado para el momento y ocuparse de que la experiencia pueda ser gestionada de la mejor manera posible.

A los tres días de haber llegado a casa, Willem se descompuso muy mal y de repente. Salimos corriendo al veterinario, preocupadísimos. Él se sentía muy mal y no podía comer, así que la única manera de darle contención era con nuestro apoyo social, aunque a nosotros nos conocía hacía apenas tres días. Por suerte no era nada grave, se recuperó rápidamente y con la segunda visita al veterinario para su vacuna, pudimos mejorar esa primera experiencia que no había sido la mejor. Llevamos premios ricos, la veterinaria le hizo mimos y pudimos tomarnos el tiempo de que la visita fuera gestionada con calma. Por supuesto esto no ha terminado, con cada visita al veterinario seguiremos trabajando para que, al igual que el resto de nuestros perros, vayan con gusto y tranquilos. No tengan inconvenientes con las manipulaciones veterinarias y comprendan qué se espera de ellos. Este es un tema que suele pasarse por alto. ¡NO! SE DEBE TRABAJAR A CONCIENCIA, no solo porque es más cómodo para el tutor y el veterinario, sino porque es mucho más sano para el perro que tendrá que ir, al menos, un par de veces por año al veterinario. Si, el veterinario puede ser el amigo de tu perro, claro que sí!

¿Qué otras experiencias vivió Willem en estas cortas dos semanas?

Conoció a sus nuevos “papás humanos”, su nueva casa y sus nuevos “hermanos perros”. Con “conocer” me refiero a haber comprendido que a Pincho no le gusta que lo invadan, que Sienna necesita más tiempo y espacio, que la cola de Tarka no es para morder, que Bella siempre gana y que a Nita le costó aceptarlo, pero que ahora le gusta mucho jugar como a él. Comprender que en casa hay un lugar y un momento para cada cosa (hacer sus necesidades, jugar, comer, dormir, estar acompañado y estar solo) y que “mamá y papá” lo aman y son los que lo ayudan y guían a comprender todo eso.

Ya tuvo dos salidas al mundo exterior. La primera a la noche fue “a upa” en el auto, mirando para afuera, aprendiendo sobre luces, ruidos, tránsito y ciudad y luego una mini caminata “a upa” de “mamá y papá humanos” (sin tocar el suelo ya que aún no tiene su plan de vacunación completo). La segunda salida fue en su caja de transporte en el auto, fuimos a un parque donde entrenan perros para obediencia, también sin tocar el suelo aún, estuvo en su corralito con sus juguetes observando tranquilamente mientras los otros perritos aprendían. Nos aseguramos de que estuviera contenido, tranquilo, cómodo y contento. Jugó con una cachorrita quince días más grande que él, conoció otras personas que le hicieron “upa” y le dieron premios.

Además, ya le estamos enseñando a usar la correa (de dos y tres metros de largo) cuando salimos al jardín de casa. Jugamos con muchos juguetes de diferentes materiales, con las reglas y la supervisión correspondiente para cada uno.

Por supuesto, estamos dándole mucha atención al vínculo afectivo y ya estamos enseñándole algunas palabras del código de comunicación que, a mi entender, es la base de la comunicación efectiva con nuestros perros.

También está aprendiendo algunas conductas como el sentado y el parado (como posición base y estable). También empezamos a hacer algunos ejercicios de autocontrol y conexión visual.

¡Cada comida es una aventura! Esto es algo muy importante que suele tomarse a la ligera y se pierden muchas oportunidades de aprendizaje. Una de las cosas que suelo recomendar es que los perros no coman del plato, sino que se aproveche cada comida para que nuestro cachorrito aprenda sobre diferentes materiales, texturas, olores. Que aprenda a solucionar problemas, que se vaya familiarizando con diferentes ruidos, entre otras cosas ¡Cada comida debe ser una linda aventura!

Esto es solo un resumen de dos intensas semanas de adaptación a su nueva vida. Imagínense lo que todo esto significa para este pequeño demonio de 75 días de vida.

Y esto recién comienza.

Mariela Ibarra – Crisol de Razas – Resort Canino

Adiestradora Profesional Cognitivo – Emocional

Especialista en gestión emocional – EDUCAN Instructor

Educación preventiva

Educación preventiva

Hermosa imperfección.

Oportunidades de mejora.La llegada de nuestro cachorrito nos ha inspirado inmensamente. Es tanto lo que quiero contarles que tendré que mejorar mi capacidad de auto control 😉

Empezaré por un tema que me fascina: EDUCACIÓN CANINA PREVENTIVA. Hace diez años que me metí en el mundo del perro casi sin querer, con la llegada de Bella (mi gran maestra). En estos años Jack (mi marido) y yo, no solo aprendimos de nuestros errores, sino de los errores de los demás, fuimos buscando soluciones, estudiando casos, haciendo muchos cursos, leyendo muchos libros y buscando alternativas para evitar/solucionar/adaptar problemas a tiempo o a destiempo… como se pudiera.

Como profesional recibo muchas consultas de personas contándome de los “problemas de sus perros”: que son brutos, que tiran de la correa, que lastiman a sus tutores, que ladran sin parar, que son reactivos con otros perros, que rompen cosas en la casa, que tienen miedos, que no pueden quedarse solos, que se vuelven locos con las visitas, que se portan mal, que no lo pueden llevar al veterinario, que no responden al llamado, entre otros miles de problemas. Aclaración: esto no es una queja. Gracias a todos los que nos llaman para darnos trabajo 😊.

A lo largo de los años también he escuchado muchas frases como “ya se le va a pasar, es cachorro todavía”, “me dijeron que hasta el año no se pueden educar”, “es bruto, pero no es malo”, “muerde, pero no es agresivo”, “hasta ahora no mordió a nadie”, “los otros perros no quieren jugar con él, pero a él no le importa, se les tira arriba porque solo quiere jugar”.

De igual manera agradezco a los que nos han dicho estas frases, de manera de que pudiéramos ir entendiendo por donde venía la cosa. Todo suma 😉

En dos oportunidades ofrecimos cursos para cachorros desde Crisol de Razas (nuestra empresa de adiestramiento canino), con la intención de darle a los asistentes herramientas de educación, manejo y comunicación efectiva con sus cachorros, pensando en comenzar una vida de entendimientos “from the beginning”:

– La primera vez fue en Bariloche, hace unos cinco años. Logramos que se inscribieran seis o siete tutores con sus perros, de los cuales solo una dupla lo terminó (y no es casualidad que se tratara de una chica alemana y su border collie Rala)

– La segunda vez fue acá en Mar del Plata, el año pasado. Tuvimos MUCHOS interesados, la mayoría de ellos con perros ya más grandes de ocho meses de edad con actuales problemas de comportamiento. No abrimos el curso por falta de inscriptos para las edades planteadas para el curso. Vuelvo a provechar para agradecer a todos los interesados y los que decidieron comenzar el proceso de educación con sus perros en esa oportunidad, aunque fuera en privado.

Si, claro. Es posible que le hayamos errado en la manera en que ofrecimos los cursos o el largo de los mismos o la publicidad o el momento del año… o muchas otras variantes. Pero estoy absolutamente convencida de que el problema de fondo es la falta de concientización sobre la importancia de la Educación Canina preventiva y normalizada. O sea, no esperar a tener un problema para llamar a un adiestrador, sino tomar clases para saber cómo evitarlos, evaluar al cachorro, comprender las necesidades específicas de su especie, de su raza y de su individualidad. Entiendo que podamos estar lejos de normalizarlo, pero por algún lugar se empieza, no?

¿Qué tal sería encontrarte con alguien con un cachorrito en la calle y preguntarle a qué “Escuela para cachorros” va? Así, como algo natural y normalizado.

Lo que intento con este posteo es invitarlos a “poner manos a la obra”. Porque el cambio está en nuestras manos. Los adiestradores, especialistas en comportamiento canino y veterinarios tenemos la capacidad y oportunidad de ir cambiando esta realidad en nuestro país. Bueno, después de leer este posteo, vos también. 😉

Desde mi humilde lugarcito, aprovecharé la llegada de nuestro bebé perruno para ir contándoles nuestra experiencia, que tal vez motive a más personas a educar a sus cachorros antes de que aparezcan los problemas, para evitarlos, para darle a sus perros una vida sana, equilibrada y feliz: física, social, emocional y cognitivamente. Gracias por leernos y acompañarnos en esta etapa tan linda.

Mariela Ibarra – Adiestradora Profesional Cognitivo-Emocional. Especialista en gestión emocional – EDUCAN Instructor.