Bitácora de perros

¿Por qué quiero escribir y compartir este espacio?

Porque siento que tengo mucho para dar e inspirar en relación a este deporte que realmente creo que es una de las mejores ESCUELAS DE CRECIMIENTO PERSONAL QUE EXISTE!

Te aviso que mi intención es motivarte para que el Agility se convierta en tu estilo de vida, como lo es para mí, porque creo que es lo mejor que te puede pasar.

Tanto si ya hacés Agility hace muchos años, como si recién comenzás, o incluso si aún no te animaste, ojalá lo que te comparta te ayude a ser mejor en el deporte, a disfrutarlo más o a que te decidas a empezar.

Así que, si te animás a recibir (pero a recibir de verdad) te doy la bienvenida.

Nada es casualidad

Empecé Agility en el año 2009, con muy poco conocimiento de perros y de adiestramiento canino. Pero inmediatamente me enamoré de la actividad, y del efecto sinigual que se logra con el perro. Realmente no he conocido otra actividad que requiera tanta sincronía y conexión con tu perro.

El Agility cambió rotundamente la dirección de mi vida.

Quiero compartirte todo lo que aprendí en estos años. No solo en relación a mis cinco perros, todos diferentes (en raza, tamaño y características individuales), sino con todos los alumnos que tuve el honor de coachear, tanto en forma presencial como a distancia. Pero además, quiero transmitirte mi experiencia como competidora, coach, alumna, adiestradora y compañera.

Porque pude vivir el deporte desde variados lugares. Desde representante oficial hasta siendo una alumna más. De entrenar sola hasta en equipo o en una clase grupal. Desde un Agility casero, ni siquiera oficial, a inaugurar la primera escuela homologada de Agility en una ciudad alejada de todo, participando de competiciones en diferentes provincias y países. De asistir a infinidad de seminarios, hasta dar los míos propios. Desde competir por amor al arte, a entrenar con intenciones reales de posicionarme dentro de las mejores duplas del país.

Una motivación inquebrantable

Nada ha logrado disminuir mis ganas de entrenar y competir en Agility. Ni tener el perro menos apto para el deporte, ni vivir lejos de todo, ni las luchas internas (y externas), ni perder, ni ganar. Ni siquiera las dificultades técnicas, las lesiones, la falta de equipamiento, las mudanzas o incluso la pandemia y la falta de competencias lograron apagar esa chispa.

Lo mío no es talento natural, ni de cerca. Nunca lo fue. Es aprendizaje, estudio, práctica, muchas vivencias, muchísimas!

Y creo que el motivo es que el Agility me inspira a ser mejor cada día, no solo como entrenadora, profe y corredora, sino como persona. Sin el Agility no habría logrado ser lo que soy hoy.

Agility Global

Entendí que el Agility es un deporte en el que ambos integrantes (perro y persona) necesitamos estar en nuestra mejor versión para tener éxito. Porque como guías también tenemos que trabajar en nuestros aspectos físico, cognitivo, emocional y social (en la relación con nuestros perros, con otras personas dentro del deporte y con nosotros mismos). Saber que este deporte se hace (como mínimo) de a dos: tu perro y vos; pero que es mucho mejor si lo disfrutamos con más gente y perros que comparten la misma pasión y el mismo amor.

Lo que me identifica, además de haber sido siempre una persona que se divierte en pista, es mi manera de entender y vivir el Agility desde su forma más GLOBAL.

Durante la pandemia, cuando creamos el curso “Agility Global” con la gran Nicky Manes, inspirado en el libro I «Los perros necesitan libertad», de Carlos Alfonso López García, logramos el primer acercamiento conceptual y práctico a esta visión tetradimensional del Agility.

Mediante el análisis del perro en cada una de sus dimensiones (física, emocional, social y cognitiva), y las conexiones entre ellas, se logra mejorar su salud comportamental y su bienestar en la vida diaria, colaborando directamente en el progreso de la performance de los perros en el deporte. Una mirada mucho más profunda, más cercana al verdadero ser de cada perro, de su cotidianeidad.

Porque lo que les pasa fuera de pista, se lo llevan a pista. SIEMPRE.

El rol del guía en el Agility

Nos centramos tanto en el perro, en su adiestramiento y su performance, que solemos olvidarnos que éste es un deporte DE A DOS, y que ambas figuras son exactamente igual de protagonistas. En los últimos dos años fui descubriendo que el rol del guía es fundamental, porque el Agility que aprende el perro es el que el humano le enseña. Somos las personas las que necesitamos primero aprender y gestionar todo lo que significa el Agility;  que no es, ni por asomo, solo una pista de obstáculos que superar correctamente. Ojalá fuera tan simple. O mejor dicho, “menos mal que no lo es” 😉

Así que en este Blog vamos a hablar de Agility, de perros y de personas, de aprendizaje y entrenamiento. También hablaremos sobre frustraciones, egos, alegrías y tristezas. Nuestras experiencias vividas y compartidas, las amistades y los viajes también serán parte de este espacio, así como conversaremos sobre patrones motores, conceptos técnicos y creencias que nos acercan o nos alejan de lo que queremos lograr.

Si hacés Agility o te interesa iniciarte en el deporte, no te pierdas las siguientes publicaciones. Suscribite y recibilas en tu bandeja de entrada.

Suscribir

* indicates required

Intuit Mailchimp

Acompañame. Hablemos de Agility.