Bitácora de perros

Dieta cruda – B.A.R.F

Se está por cumplir un año del cambio de alimentación de Willem, de “alimento balanceado” a alimentación natural para perros. Más específicamente a dieta BARF (de las sigas en inglés: Biologically Appropiate Raw Food, traducido a “Alimentos crudos biológicamente apropiados”).

Plato de alimentación natural.

Se trata de una forma de alimentación natural que incluye carnes crudas, huesos carnosos, vísceras, verduras, frutas y suplementos como pescados, aceites, huevos y otras delicatesen.

Una de las grandes ventajas de la dieta BARF es que puede ser formulada especialmente para cada individuo teniendo en cuenta sus características, estado de salud y requerimientos. Para hacerlo, es recomendable acudir a un profesional en nutrición. Por suerte, cada día hay más veterinarios que se están especializando en esta área, aunque no todos están de acuerdo con las mismas ideas, hay algunos a favor de la alimentación natural (cruda o cocida), otros totalmente en contra y en el medio un abanico de opiniones.

En nuestro caso, como nos decidimos al cambio durante la pandemia, elegimos una nutricionista veterinaria que atiende, asesora y sigue el caso online (Ivana De perros).

¿Por qué el cambio a alimentación natural?

En el caso de Willem había varias cuestiones que no iban bien: desde chiquitito tuvo problemas gastrointestinales, diarreas y vómitos a menudo, pero incluso cuando estaba “bien” sus cacas eran blandas, se tiraba unos pedos dignos de evacuar la casa, comía mucha cantidad de balanceado (600 gramos por día) y estaba flaco (se le veían los huesos).

Se lo notaba con poca masa muscular para el tipo de ejercicio que hacía, solía andar rengo sin aparente causa (pasando por veterinario, fisioterapeuta y placas radiográficas) y tenía brotes alérgicos en la piel.

Probamos cambiar de balanceado varias veces sin mejorías, el único que le caía más o menos bien (igual no era ideal) era uno especial “gastrointestinal”.

Se le hicieron estudios veterinarios y “no tenía nada”.

Ya teníamos algunos amigos que venían alimentando con BARF a sus perros y nos lo habían sugerido, les hicimos mil preguntas, consultamos con la nutricionista, lo pensamos, lo evaluamos, investigamos y nos decidimos.

Lo que más miedo nos daba era poder organizarnos. Una vez que decidiéramos pasarlo a alimentación natural, ya no era solo ir a comprar la bolsa de “balanceado”, habría que buscar todos los ingredientes, tener lugar en el freezer (porque las carnes requieren de cierto tiempo de congelación antes del consumo), tuppers y tiempo extra para armar las viandas, incluyendo la cocción de algunos ingredientes.

Armando viandas de
alimentación natural

¿Cómo fue la transición a alimentación natural?

Al principio nos llevó bastante trabajo aprender la nueva tarea, pero de a poco fuimos optimizando tiempo y espacio. Habíamos logrado organizarnos para hacer las compras y armar viandas una vez a la semana. Incluso empezamos a incorporar algunos suplementos para los otros 3 perros. Pero no teníamos freezer para nosotros, estaba abarrotado con la comida para Willem. Así que decidimos comprar un freezer que, dicen los “barferos”, desde ahí no hay vuelta atrás.

Con el nuevo freezer logramos organizarnos para hacer compras y viandas una vez cada 15 días y nos queda bastante espacio para tener más suplementos para todos los perros, como caldo de huesos, premios naturales que hacemos al horno mientras armamos las viandas, heladitos, podemos dejar armados juguetes rellenos con frutas o verduras y los infaltables huesos recreativos. Chau galletitas de perros y premios comerciales. ¡Todo natural y casero!

A ver si nos entendemos… yo no me cocino ni para mí… Digamos que era la peor candidata para este cambio…

Lo que era nuestro mayor miedo dejó de ser un problema, parece cierto eso de que “cuando uno quiere, puede”. Y resulta que nos encanta ver a nuestros perros disfrutar de “comida de verdad” que, además, aporta salud y bienestar.

Es cierto que la dieta de Willem tuvo que ir teniendo varios ajustes hasta que enganchamos el ritmo. Al ser un perro que ya venía con problemas gastrointestinales, había que ir haciendo el cambio de a poco para que no le cayera mal. El acompañamiento de nuestra veterinaria nutricionista fue crucial.

Willem listo para su comida natural

¿Qué cambios notamos en nuestro perro?

¡Impresionante! ¡Todos!

Sus cacas son normales, ya no se larga esos gases asesinos, mejoró significativamente su condición corporal, su musculatura aumentó visiblemente y con ella su potencia física.

Uno de los cambios que no vimos venir con la nueva dieta es que no volvió a tener más dolores musculares haciendo incluso más actividad que antes. ¡Nunca más! Lo que antes parecía tener molestias musculares quedando rengo al menos una vez cada 15 o 20 días, desapareció!

Y, aunque no podría atribuirlo 100% a la dieta, hemos notado dos cuestiones importantes:

  • sus brotes alérgicos ya no son tan fuertes como antes.
  • y ha tenido una obvia mejoría en su humor
Huesos carnosos para disfrutar de una masticación.

Esto último coincide con algunos datos interesantes:

  • Por un lado, el simple (aunque olvidado) placer de masticar comida de verdad, como una carcasa de pollo entera.
  • Y por el otro, resulta que la alimentación ayuda a perros con estrés. Aunque Willem tiene una familia que se ocupa de que tenga una buena vida, es un perro que tiende a pasarse de rosca fácilmente y todo le afecta exageradamente, hasta el más mínimo aletear de una mariposa.

La serotonina es una sustancia que parece jugar un papel importante en el estado de ánimo, las emociones, el apetito y la digestión. En el intestino se encuentra el 80-90% de la serotonina, controlada por la microbiota intestinal, que se encarga del estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito, el sueño, la memoria y concentración.

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Dieta cocida o semicocida

La importancia de los estudios clínicos antes de pasar a alimentación natural.

Pincho.

Por eso último es que pensamos pasar a Pincho a dieta natural en sus últimos años de vida. Pincho tiene casi 15 años y, aunque goza de buena salud (con algunos achaques de la edad que los lleva con buena cara), pensamos que sería bueno darle un subidón con la alimentación.

Para hacer el cambio, y por eso es TAN importante el acompañamiento de un profesional, nuestra vete nutricionista nos indicó varios estudios para ver cómo estaba Pincho. Gracias a esos estudios descubrimos que Pincho estaba con una incipiente Leucemia Crónica.

Ivana (nuestra nutri) le formuló una dieta natural para Pincho que no se parece a la de Willem y tiene toda la lógica del mundo.

Pincho lleva 2 meses con alimentación natural (semicocida). Tal como nos imaginamos, AMA sus nuevos coloridos platos llenos de cosas ricas. Ha mejorado su humor, su energía y, por el momento, sigue sin síntomas de la Leucemia.

Él es un auténtico abuelito feliz.

¿Te tentaste?

Lo que hay que tener en cuenta:

Si leíste hasta acá, probablemente ya estés pensando la posibilidad de pasar a tu perro a dieta casera y tengo dos cosas que decirte que tenés que tener MUY en cuenta antes del cambio:

  • Sí, lleva mucho tiempo, organización y dedicación. Pero creo que si lográs optimizar tiempos y recursos, es menos de lo que parece al principio.
  • Sí, sale mucho más caro que el balanceado. Salvo que tengas una carnicería y/o consigas la materia prima muy barata. Igual creo que vale la pena mil veces.

En nuestro caso, la dieta de Willem nos sale casi el doble que si lo alimentáramos con ProPlan (que es una de las primeras marcas de balanceado en Argentina). De Pincho no sacamos la cuenta la verdad.

Y en cuanto al tiempo, ahora que le agarramos el ritmo, nos dividimos las tareas con Jack. Él se encarga de hacer las viandas de las carnes que van crudas, que el trabajo es cortar y separar (necesitás una balanza de cocina, un cuchillo bien afilado y muchos tuppers del tamaño justo para optimizar espacios). Yo me encargo de los premios y de las verduras que algunas van crudas, otras al vapor y otras hervidas.

Es cierto que Willem come mucha cantidad de comida comparada con otros perros. Un perro normal de 24 kilos, con actividad física alta debería comer unos 900 gramos de BARF por día (4% de su peso corporal). Willem come un kilo y medio por día (o sea, un 6% de su peso). Él es especial en todo sentido 😉

Hoy en día, ya en muchas ciudades del país, hay empresas que se dedican a hacer viandas empaquetadas. Muy útil para los perros que pueden mantenerse dentro de los porcentajes promedios de ingredientes (es más caro que hacerlo uno mismo, claro, pero es una facilidad grande). A eso se le deberían agregar los suplementos, como pescados, caldo de huesos, yogur, huevos, etc.

¿Y para entrenar?

Carne al horno para premios naturales.

La pregunta del millón: “¿y para entrenar como hacès?” En el caso de Willem, por su intolerancia, tenemos que evitar darle balanceado el máximo posible. Así que cuando hacemos las viandas quincenales, compramos carne de más y hacemos premios al horno que los mantenemos en el freezer listos para usar. Cuando necesitamos un premio de menor valor, usamos zanahoria para premios que son muy comodas para llevar cortaditas en cuadraditos.

Algunas veces he salido con el plato y una cuchara a entrenar con BARF directamente, si el tipo de entrenamiento se presta para eso.

También tenemos “balanceado gastrointestinal” para emergencias si nos quedamos sin premios naturales o para usar en el T&T (maquinita expendedora de premios que usamos para algunos entrenamientos).

¿Y si tenés que viajar?

Para viajes en auto, tenemos unas heladeritas de camping, donde llevamos las viandas necesarias para el viaje. Siempre nos aseguramos de alojarnos en un lugar con heladera y freezer.

Heladera de camping para viajar.

Para viajes más largos hay otras opciones:

  • una sería organizar que al llegar alguien nos haya hecho la compra de carnes y tuvieran los 3 días de congelación previos al consumo.
  • Otra alternativa sería llegar, hacer las compras y los primeros días darle la carne cocida.
  • También se podría averiguar si el lugar donde viajamos hay empresas que hagan viandas empaquetadas y solo agregaríamos los suplementos.
  • Y, para los perros que no necesiten mantener sí o sí la dieta natural durante el viaje, también se puede volver a cambiar a balanceado un poco antes del viaje, y al terminar las vacaciones se vuelve a hacer la transición a alimentación fisiológica.

Lo mismo si necesitás dejar a tu perro al cuidado de alguien si viajás sin él, deberás asegurarte de dejar las viandas listas y que el lugar donde se aloje cuente con espacio en el freezer.

También tenemos perros que comen “alimento balanceado”

Bella come un alimento balanceado especial para su problema renal y Tarka un alimento balanceado de primera marca, especial para perros mayores de 7 años.

La verdad que nos costó bastante aprender a organizarnos y encontrarle la vuelta con Willem, ahora estamos buscándole la vuelta con dos perros… Paso a paso.

Para las chicas también incorporamos algunos suplementos, que están buenísimos y les encanta, como el caldo de huesos para sus articulaciones, huevos para sus músculos, frutas y verduras para entretenimiento en juguetes untables, las manzanitas congeladas y huesos recreativos para limpieza de dientes.

Personalmente no soy extremista en cuanto a que si alimento balanceado o natural, sí creo que es importante aprender a leer las etiquetas, saber qué le estamos dando a nuestros perros, no mandarse solo a darle comida casera sin asegurarse de cubrir sus necesidades nutricionales y asesorarse para mejorar su alimentación en todo lo que se pueda.

Espero que les haya resultado interesante nuestra experiencia y que hayamos despertado el bichito de la curiosidad para alimentar a tu perro cada día mejor.

Mariela Ibarra

Adiestradora Profesional Cognitivo – Emocional

Educadora canina – Especialista en gestión emocional – EDUCAN ENGINEER